Que sucede en el mundo?

Un año


Un Año...

Cuando no esperaba encontrarte, cuando había dejado de buscarte, cuando estaba cansado de esperar y rendido de buscar, apareciste. Te busqué en mis sueños, en mi juventud, en las montañas, en el mar, en un mundo psicodélico, en el espacio, en un mundo virtual y en el real. Te busqué en mi tierra y en la de mi padre, en otro continente... ¿A dónde tenía que ir más?

Ahora estás allí, en la distancia. Estás conmigo, subiste a mi tren pero no estás en mi vagón, solo te veo por la ventana del mío. Sigues en el tuyo, no te has bajado. El tren realiza una parada y yo regreso a ver si aún estás, tú sigues... Tienes paciencia. En cada parada hay gente nueva, unos suben, otros bajan. Miras a tu alrededor, gente nueva llega, gente que amas se va, te encariñas con unos, otros pasan desapercibidos. Así es este viaje, un mismo tren pero en distintos vagones.

La gente que amamos está en el vagón de cada uno. Tenemos tres opciones: te bajas del tuyo y vienes al mío, pero tus seres queridos quedarán atrás; bajar yo y subir al tuyo y dejar mi vida atrás; o bajarnos los dos y emprender un nuevo camino, subir a un nuevo tren


¿Qué nos espera? No lo sé, vivimos el momento, vivimos felices, ahora. Tengo paciencia igual que tú, solo podemos vernos a través del cristal... hablamos, nos conocemos, hay muchas diferencias entre los dos... hay barreras mentales en cada uno de nosotros, pero poco a poco están cayendo.

Quizás ese sea el camino: las barreras tendrán que caer para que se encuentren los centros... y cuando se encuentren los centros, el amor ya no es posesión, el amor es solo amor sin definición, sin posesión, sin dependencia. Solo se ama al otro ser, se lo ama libremente, porque en su libertad está su belleza. Uno llega al centro cuando se siente completo consigo mismo. Solo allí se puede amar de verdad.

La distancia nos separa, pero yo vivo el ahora, vivo el momento, y me entrego al destino... y es él quien sabrá si debemos estar juntos. Espero que mi ideología, mi filosofía de vida, no sea un obstáculo. Si tú sigues en ese vagón de mi tren... aún hay esperanza.

Te amo, Oumlhacéne.

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