La conciencia y el alma son energía La Kabalah

 

Si todo se trata de energía, como afirma la Kabalah, nuestras vidas dependen de ella. La energía no se crea ni se destruye, solo
se transforma y nosotros vivimos a partir de ella o gracias a ella.

La pregunta es, ¿el alma y la conciencia son energía? Si la respuesta es sí, los kabalistas tienen razón, pero si la conciencia y el alma no son energía, la Kabalah queda sin uno de sus argumentos sin responder.

Supongamos que la conciencia y el alma son energía. La conciencia es Dios y el alma es la vasija. Creo que esa es la idea de toda la Kabalah. Las almas intentan reconstruir o recomponer lo que está dañado.

Para arreglar todo lo malo, el alma original se divide para facilitar el arreglo. Pero está claro que cada vez está empeorando en lugar de mejorar, como sugiere la Kabalah.

La conciencia es energía. Si todo es LUZ y Dios era Luz al principio, la luz es amor y quiere dar de sí. Pero al no tener a nadie más a quien dar, decidió crear la famosa vasija kabalista. La pregunta es, ¿quién decide eso? ¿Quién tiene esa conciencia de querer dar más? ¿Quién tiene la conciencia de crear algo para recibir? La conciencia es toda la luz. ¿La luz piensa? ¿La luz tiene un deseo? ¿Cómo surgió ese deseo? Esa es la pregunta que ni los rabinos ni los kabalistas pueden responder. Aquí hay un pequeño detalle sin responder y a partir de ahí, todo lo demás tiene respuestas según la Kabalah.

Entonces, en el origen existe un problema sin respuesta, un vacío o agujero negro, y nos saltamos ese punto. A partir de ahí, tenemos todas las respuestas según los kabalistas. ¿Pero cómo puede ser verdad si hay algo sin respuesta desde la semilla?

Aun así, digamos que tienen razón y que Dios creó una "vasija" para dar. Esta vasija, sin estar satisfecha, también quiso dar a Dios, pero al no poder hacerlo, se rompió.

Podemos explicarlo de otra manera: la conciencia infinita de Dios se contrajo y creó otra conciencia, pero esta nueva conciencia, al no ser Dios, carecía de algo, por lo que Dios le dio todo lo necesario. Sin embargo, esa nueva conciencia quiso dar como Dios lo hace, por lo que buscó parecerse a él. Entonces, cuando se dio cuenta de que no podía dar porque no tenía nada que dar, esta conciencia se alejó de Dios y se fue a la oscuridad. Mientras tanto, la conciencia de Dios no pudo hacer nada, ya que había dado libertad de elección a la otra conciencia. De esta manera, surgieron dos polos opuestos: dar y recibir.

Se crea el universo para "reparar la vasija" o es una "consecuencia de la vasija rota". Adán representa la primera alma desobediente, se rompe la vasija y de Adán se crean miles de almas que se subdividen, según la kabala, una especie de blockchain celestial. La causa de la división es para arreglar el alma de Adán, pero ¿puede surgir la unidad a partir de la división? Aquí hay algo que no encaja.

No digo que la kabala esté mal, solo hago preguntas. Aunque se sabe que a los alumnos de la kabala no se les permite cuestionar a los sabios, es por eso que se mantiene la misma ideología a lo largo de los años y a través de los maestros. Pero si surge alguien como yo que comienza a cuestionar las teorías, no sé qué dirán los maestros.

En el pensamiento Kabalista, Dios se contrae y crea un vacío en el medio para crear el Universo, la vasija y la materia. Según la teoría, esto se debe a que la naturaleza de Dios es dar, y por lo tanto, todo lo que hoy conocemos como Universo surge a partir de él. Se espera que un día la vasija alcance la comprensión y se complete el dar-recibir. Sin embargo, la pregunta es: ¿Creará Dios otras vasijas después de que se complete este ciclo? ¿O ha estado creando cientos de vasijas anteriormente, simplemente repetiendo un mismo proceso infinitamente? Esto reduciría a Dios a una simple máquina de repeticiones.

Sin embargo, Yeshua no encaja en este pensamiento Judio o Kabalista. Yeshua rompe el molde de esta teoría, lo cual es algo que el autor también había considerado previamente. Sin embargo, cuando se dice "Yeshua es el mesías", todas las teorías se ven amenazadas. Por lo tanto, el autor ha tenido que dejar a un lado sus teorías para aceptar esta realidad.