Que esta pasando en el mundo?

Levantarse después de la derrota, Vencer tus miedos






Entrando en tierras desconocidas

Ya han pasado casi tres meses desde mi partida. Una vez que llegué a una tierra desconocida, me adentré en el bosque, caminando y dudando. Al principio, mis pensamientos me amenazaban con preguntas como "¿Sirve todo esto para algo?" "No creo que pueda lograrlo" o "No soy lo suficientemente bueno para esto".

Debido a que mis pensamientos no me ayudaban, decidí llevar algunos libros para el camino. Estos libros eran de aquellos que ya lo habían logrado, así que me sentaba en medio del bosque y los leía. Eso me animaba a seguir adelante. Cuando los sentimientos de derrota volvían, me detenía para leer y escuchar a aquellos que ya habían logrado lo que yo buscaba. Lo hice durante más de un mes.

Era como recargar energía, como si estuviera poniendo gasolina en un automóvil para que avance. Así que decidí verlo de esa manera. Ir solo no me ayudaba, ya que siempre tengo que animarme a mí mismo. Leer y escuchar audios me ayudaron a fortalecer mi diálogo interno.


El primer obstáculo

Un mes después, mi motivación estaba en su pico más alto, entonces se me presentó un gran obstáculo: el inicio de la escalada a la montaña. Era una gran roca de más de 600 metros de altura. Como estaba muy motivado, cogí una soga y la lanzé con todas mis fuerzas, y al primer intento se enganchó en lo alto en un pequeño saliente. Decidí llamarlo MI PUNTO DE APOYO, y eso me dio más fuerzas para seguir, aun cuando mi cuerpo me decía que no. Gracias a ese punto de apoyo, mi mente no quería parar y seguía avanzando hacia arriba, escalando, buscando agujeros, clavando estacas. Estos fueron mis primeros 600 metros hacia la cumbre.

Iba bien, ya casi no miraba hacia atrás, estaba solo enfocado en ese primer punto de apoyo. Me gustaba seguir avanzando, no hubo día en el que no lo hiciera, y en la noche descansaba.

Aunque debido a la falta de ejercicio de muchos años, mi cuerpo estaba adolorido muchos días, pero la motivación del primer punto de apoyo seguía empujándome hacia arriba.

Perdida del Punto de Apoyo

Se decía que al finalizar la primera parte de la gran escalada, había un monstruo enorme. Este es uno de mis miedos más grandes de toda mi vida. Nunca quise enfrentarlo y siempre que lo hacía, caía derrotado y me sentía como un fracasado.

Avanzaba cerca de 300 metros y quería asegurar mi punto de apoyo. Necesitaba más fuerza y energía, sentía que se me agotaba. Entonces, mi ansiedad y la creencia de que estaba listo para enfrentar a esa gran bestia, me llevaron a intentar asegurar mi punto de apoyo.

Quería probar la cuerda para ver si estaba firme y, al hacer un movimiento para comprobar si la cuerda estaba segura arriba, la cuerda se soltó de mi punto de apoyo.


"El gran monstruo (Anasta) me ataca.

Al perder mi punto de apoyo para seguir subiendo, el monstruo, que tenía dos enormes ojos, unas grandes orejas y una boca que solo sabía gruñir, comenzó a atacarme. De su boca salían pelos negros y asquerosos que parecían impedirle hablar. Gruñía y gritaba tan fuerte que todo a su alrededor se estremecía.

Anasta había estado acechándome durante varios días sin que me diera cuenta. Al ver que había perdido mi punto de apoyo, vio una gran oportunidad para atacarme. Yo creía que estaba listo para vencerlo, así que empecé a luchar contra él.

El monstruo se acercó imponente y gigante, realmente terrorífico. Di un primer ataque, pero él ni siquiera se inmutó. Entonces, al ver que mi ataque fue ineficaz, perdí la confianza en mí mismo y lancé una daga que tenía en mi mano. Tal vez, si le llegaba, lo debilitaría, pero nada sucedió. Por el contrario, el monstruo se hizo aún más grande y yo me asusté. Me dio un gran manotazo y caí unos 20 metros hacia abajo.

No podía creer lo que había pasado. Intenté lanzar una cuerda hacia el punto de apoyo que me sostenía anteriormente, pero no tuve éxito. Anasta, al ver lo que intentaba hacer, dio un enorme grito y golpeó contra la montaña. El punto de apoyo se derrumbó y cayó hacia el precipicio. Luego, el monstruo dio un gran salto hacia donde yo estaba y lanzó otro gran gruñido. Salieron miles de pelos de su boca y me atraparon, enredándome entre ellos."


Intenté soltarme de esos pelos asquerosos de muchas maneras, hasta que al fin lo logré después de varias horas. Estaba muy asustado. Había pasado todo un día luchando contra Anasta y me tenía totalmente agotado, destrozado y cada vez más débil. Intenté escapar, pero él aparecía por el otro lado hacia donde yo iba y me lanzaba otro golpe, haciéndome caer otros 50 metros más.

Parecía que Anasta no me iba a dejar avanzar y quería lanzarme hacia el precipicio, unos 250 metros más abajo. Me agarraba con uñas y dientes y no quería darme por vencido, pero la fuerza, la gran presencia y la magnitud de este gran monstruo me hacían verme débil, y me lanzaba por todos lados como si fuera un juguete.

Entonces llegó el segundo día, decidido a vencerlo. Cogí todas las armas que había aprendido durante los tres meses de trayectoria. Tenía que vencerlo, para mí no había otra opción, así que intenté sorprenderlo y darle un golpe por la espalda cuando saliera de su cueva.


En el segundo día, me escondí detrás de la cueva y esperé a que Anasta saliera. Luego, me lancé hacia su espalda para darle una puñalada mortal, pero él se percató de mi movimiento y me cogió con su enorme mano, lanzándome al precipicio. Grité "Nooooooo!!!" mientras caía.

Caí al suelo desde más de 300 metros que había avanzado, perdiendo casi 90 días de recorrido en solo dos días. Estaba completamente golpeado y herido por la lucha y por el gran golpe que recibí al caer. Esto me desanimó y me sentí derrotado y débil una vez más. Los pensamientos destructivos regresaron a mi mente: "¡No puedo! ¡No voy a poder! ¡Fracasé! ¡Jamás derrotaré a ese monstruo!".

Entonces, todos los pensamientos de derrota, fracaso y negatividad llegaron a mi mente. Ahora veía el primer gran muro aún más alto y había perdido la confianza. Además, el grito de Anasta había destruido la parte que enganchaba la cuerda allá arriba, lo que significaba que ya no tenía nada en qué apoyarme para escalar.

Estaba derrotado y había fracasado una vez más al enfrentarme a mi gran miedo. Sentía que todo estaba perdido y que lo único que me quedaba era regresar a donde estaba antes y vivir mi vida como una rutina diaria.

Pero dentro de mí, una voz me decía: "¡No puedes regresar! ¡No tienes otra opción! Si ya te metiste en esto, tienes que avanzar de nuevo. Ahora no uses ningún apoyo, saca fuerzas de ti mismo y avanza. Prepárate para enfrentar a Anasta".

Pasé tres días en estado de depresión, pero no podía darme por vencido. La opción de regresar no estaba en mis planes, así que sabía que tenía que hacer algo para recargar energía. Intenté leer libros y escuchar audios, pero nada me animaba. Entonces, decidí darme un tiempo de descanso y asumir todos esos sentimientos negativos, dejar que sucedieran. "Tarde o temprano se irán", me decía a mí mismo. Esa era una de mis opciones, pero también sabía que tenía que luchar contra ellos para sacarlos de mi vida.

En el cuarto día, me sentía mucho mejor y decidí tomar acción de nuevo. Pero esta vez, me preparé mejor para enfrentar mi gran miedo.


Analizando retrospectivamente, me di cuenta de que fallé porque quise asegurar el punto de apoyo, en lugar de dejar que las cosas fluyan como deberían haber sido. La ansiedad por querer asegurarlo hizo que lo perdiera.

También me di cuenta de que, a pesar de haberme preparado durante tres meses, aún no estaba listo para enfrentar mi gran miedo. La pérdida del punto de apoyo hizo que el miedo se sintiera aún más grande, lo que me hizo sentir inseguro y derrotado una vez más.

Sin embargo, no puedo permitir que esta derrota me detenga. Tengo una fecha límite para superar esta primera fase, así que tengo que acelerar mi preparación y luchar con todo lo que tengo. Aunque ahora tengo que hacerlo sin el punto de apoyo, sé el camino y puede que llegue a mi objetivo más rápido.

En resumen, hoy es el cuarto día desde que fui derrotado, pero sigo buscando la manera de volver a escalar. La lucha será más difícil ahora que no tengo el punto de apoyo, pero estoy decidido a avanzar.

La historia continuará...


NOTA:

Lo escribo en forma de cuento para darle un mejor matiz a esta aventura.












Comentarios